The Water Is Never Still
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The Water Is Never Still

Wardha Shabbir
27 Enero - 16 Marzo 2024

Sabrina Amrani se complace en presentar The Water Is Never Still, la primera exposición individual de Wardha Shabbir en España.

 

A primera vista la obra de Wardha Shabbir podría confundirse con un colorido retrato de la naturaleza, paisajes de bosques flamboyantes y frondosos, ejecutados con la precisión del miniaturista. Pero en el minucioso lenguaje pictórico de Shabbir los árboles son mucho más que una mera representación estática. La artista se arraiga en el proceso, en el tiempo, en la evolución, en el crecimiento, y en su obra radica un deseo de supervivencia: La fuente de mi estímulo creativo reside en la evolución de un árbol; adoptándolo visualmente como un emblema de resistencia y permitiéndole enseñarme esperanza., como afirma la artista.


Las pinturas de Wardha Shabbir se pueden leer como mapas, enriquecidos por una multitud de hojas, de puntos y líneas que los componen. La seductora vegetación verde y los tonos vivos crean imágenes interactivas que persisten en la mente del espectador y los propios marcos se convierten en algo más que espacios circundantes del papel, son una continuidad del lienzo.

La obra invita a explorar nuevos espacios dentro de las propias pinturas. La imagen se revela gradualmente al ojo del observador, para luego desmitificarse hasta desentrañar y dilucidar su realidad. Dentro de esas imágenes paradisíacas, Shabbir incorpora cuidadosamente símbolos de pérdida y desesperación, pero también de esperanza y supervivencia, en forma de pasajes, cerramientos, luz y, a veces, incluso ausencia de luz.

Jugando con las dualidades y con la percepción, la artista junta lo orgánico con una estructurada geometría, dentro y alrededor de la pintura. En sus obras distintas dimensiones se cruzan e interactúan. La gran variedad de la naturaleza y de los ángulos representa el abismo entre lo real y lo sentido. Cuando nuestras dimensiones se cruzan a través de interacciones o relaciones espontáneas, nos permitimos convertirnos en parte de las realidades de los demás. Al aceptar esta teoría de la vida, formamos verdaderos vínculos entre nosotros, razón por la cual compartimos ideas, dilemas y soluciones que trascienden los límites tradicionales del espacio y el tiempo.

La vegetación contenida en las pinturas representa esas conexiones humanas, su infinidad de posibilidades, la interdependencia de ese ecosistema en el cual unos y otros se nutren entre sí, compartiendo los elementos el aire, el agua, la luz, todos contenidos en la superficie del papel.

 

¿Qué mejor manera hay que permitirnos encontrar gratitud en el esplendor de la naturaleza que evoluciona a nuestro alrededor y abrazar una "floración interior" al permitirnos persistir como un árbol?.

Obras en la exposición